Donald Trump intensifica su presión sobre el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, mediante cartas escritas a mano y declaraciones públicas en las que exige recortes drásticos de tasas de interés, acusándolo de haberle “costado una fortuna” al país.
En paralelo, fuentes cercanas al equipo de campaña de Trump confirmaron que el expresidente ya está preparando el terreno para reemplazar a Powell una vez finalice su mandato en 2026. Scott Bessent, actual secretario del Tesoro en su equipo, confirmó que hay una lista de posibles sucesores alineados con la visión económica de Trump.
La estrategia apunta a nombrar un presidente de la Fed que aplique recortes agresivos de tasas y que mantenga una postura más “pro-crecimiento”, alineada con el lema MAGA. Esta maniobra, sin precedentes recientes, pone en entredicho la independencia de la Reserva Federal.
Powell, por su parte, ha sido cauto frente a la presión política, insistiendo en que las decisiones del banco central se basan exclusivamente en datos económicos y no en ciclos electorales. Sin embargo, la creciente tensión entre la Fed y Trump ya empieza a generar nerviosismo en los mercados.
Mientras tanto, la Reserva Federal evalúa el posible impacto inflacionario de los nuevos aranceles que entrarán en vigor el 9 de julio, y su efecto sobre futuras decisiones de política monetaria.
En síntesis, Trump no solo busca influir en las decisiones actuales de tasas, sino también moldear el futuro del banco central con un liderazgo afín, poniendo bajo presión la autonomía institucional de la Fed justo en un momento de alta sensibilidad económica.
escrito por: Diego Abello